Estos peces han desarrollado adaptaciones fisiológicas para poder regular la cantidad de agua y sales en sus cuerpos, ya que el agua dulce tiende a entrar en sus organismos por ósmosis.
Para contrarrestar esto, los peces de agua dulce excretan grandes cantidades de orina diluida y tienen mecanismos especializados en sus riñones y branquias para absorber las sales necesarias y evitar la deshidratación.
Ejemplos comunes de peces de agua dulce incluyen el salmón (cuando está en su etapa de vida en ríos), la trucha, el betta, el pez ángel (de la imagen). Estos peces son una parte importante de los ecosistemas acuáticos de agua dulce y tienen un papel en la cadena alimentaria.
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