jueves, 17 de octubre de 2024

¿QUÉ ES EL NÚCLEO?

El núcleo suele ser asimilado al cerebro de la célula; en efecto, no solo controla y guía el armónico desarrollo de todas las funciones celulares sino que, al contener los factores hereditarios o génicos, participa de un modo fundamental en la transmisión de los caracteres hereditarios el núcleo. Ocupa aproximadamente el centro de la célula; por lo general es un órgano solitario. No obstante, los protozoos ciliados presentan una pareja heterogénea de núcleos, diferenciables por el tamaño y la forma, denominados respectivamente macronúcleo el mayor y micronúcleo el menor. El núcleo muestra por regla general un volumen proporcionalmente variable respecto al del citoplasma. La forma del núcleo suele ser ovoide, pero presenta un aspecto múltiple según se encuentre la célula en estado de reposo o inhibición. 

En el primer caso es posible observar en su interior un material granular denominado cromatina formado por ácidos nucleicos en cuyo centro son visibles uno o más gránulos muy refringentes: los nucléolos formados por ARN. 

Al microscopio electrónico se distingue perfectamente una membrana nuclear formada por dos láminas de espesor de 60-70 Å y separadas por un espacio único de unos 120 Å; en determinados puntos de la superficie nuclear, la lámina externa se repliega sobre sí misma y se suelda a la interna originando los poros nucleares que representan las zonas de comunicación y de intercambio entre el interior del núcleo y el citoplasma que lo rodea. Sin embargo, los poros nucleares no deben ser considerados como puertas siempre abiertas al paso de cualquier sustancia: una serie de experiencias ha demostrado que los poros solo dejan pasar de forma selectiva e independientemente de las dimensiones, eligen las sustancias más útiles y adecuadas a las necesidades de la célula. 

En el segundo caso, es decir cuando la célula está próxima a la división la cromatina, se resuelve en un determinado número de corpúsculos filamentosos, los cromosomas responsables conocerán de la transmisión de la célula madre a hija de los caracteres típicos no solo de la célula en cuestión sino también del organismo en el que esta forma parte, el número la forma y las dimensiones de los cromosomas son constantes y característicos en cada especie.

¿QUÉ SON LAS INCLUSIONES?

Conocidas genéricamente con el nombre de paraplasma, las inclusiones están formadas por sustancias inertes, elaboradas o simplemente almacenadas por la célula y formadas en general por grasas, polisacáridos (almidón y glucógeno) y pigmentos. Constituyen los materiales de desecho de la actividad celular, a la espera de su expulsión. Las inclusiones paraplasmáticas son más abundantes en las células vegetales que en las células animales.

¿QUÉ SON LAS VACUOLAS?

Estos orgánulos son bastante comunes en las células vegetales, en las que alcanzan notables dimensiones, pero están también presentes en las células animales. 

Forman una especie de cavidad limitada por una membrana propia y llena de agua (jugo nuclear) en la que se encuentran disueltos los electrolitos, sustancias coloidales y pigmentos, y cuya principal función es probablemente la de mantener en un estado de constante equilibrio la presión interna de la célula. El jugo nuclear desempeña un importante papel en los fenómenos de turgencia y depresión osmótica.

¿QUÉ SON LOS FILAMENTOS Y MICROTUBULOS?

En la sustancia base del citoplasma de casi todos los tipos celulares están presentes estructuras filamentosas (filamentos) y tubulares (microtúbulos), más o menos regularmente dispuestas y más o menos abundantes según el distinto momento funcional cuyo significado para la vida celular es múltiple: sirven de sostén a la célula, constituyen los elementos básicos del movimiento celular, forman estructuras temporales capaces de dirigir (como ocurre por ejemplo en la mitosis) el desplazamiento de determinados orgánulos de acuerdo con las exigencias.

miércoles, 16 de octubre de 2024

¿QUÉ SON LOS PLASTIDOS?

Se clasifican con tres tipos distintos según el color: leucoplastos, cromoplastos y cloroplastos; están Presentes en todas las células vegetales capaces de realizar la función fotosintética y se caracterizan por poseer o bienes materiales de reserva (especialmente almidón, como en los leucoplastos incoloros) o bien sustancias coloreadas, es decir pigmentos, que en los cromoplastos pueden ser amarillos, rojos o violáceos y exclusivamente verdes en los cloroplastos. 

El cloroplasto es con mucho el plástido de mayor importancia, ya que representa el órgano específico de la fotosíntesis y contiene las clorofilas y los restantes pigmentos que hacen posible la absorción de la energía luminosa y su transformación sucesiva en energía química necesaria para la combinación del agua y del anhídrido carbónico hasta formar glúcidos. 

El número, las dimensiones y la forma de los cloroplastos son sumamente variables entre las distintas especies: pueden ser acintados, estrellados, laminares, elípticos, etc. Al microscopio electrónico revelan una estructura típica: al igual que las mitocondrias, están formados por dos membranas en cuyo interior se dispone un material gelatinoso (el estroma) cuya composición química es distinta de la del citoplasma celular. 

En el interior del estroma (en el que abundan las enzimas, las vitaminas y el ADN) están dispuestos numerosos sistemas de membranas, denominados lamelas, situadas en pares paralelos para formar una especie de sáculos discoidales, los tilacoides, que a su vez pueden sobreponerse unos a otros como montoncitos de monedas, hasta formar minúsculos grana visualizables incluso a través del microscopio óptico. Las moléculas de clorofila, juntamente con otras sustancias que participan en el proceso fotosintético, se fijan a las lamelas de los granos.



¿QUÉ ES EL CENTROSOMA Y EL CENTRIOLO?

La mayoría de las células animales y también determinadas células vegetales presentan en la proximidad de la membrana nuclear un corpúsculo que por sus dimensiones se sitúa prácticamente en el límite del poder de resolución del microscopio óptico (0,1-0,3 μ). Este corpúsculo recibe el nombre de centriolo y forma parte de una estructura más compleja denominada centrosoma, cuya finalidad ha estado siempre relacionada, ya desde el principio de los estudios de la biología celular, con el proceso de división. 

En su conjunto, el centrosoma está formado por tres elementos: el centriolo, la centrósfera, que lo rodea y que parece estar formada de materia más densa y la astrosfera, formada por filamentos que se disponen radialmente alrededor de la centrósfera. Al entrar la célula en proceso de división, el aparato de la esfera se organiza en dos formaciones idénticas que se disponen en los dos polos celulares, funcionando en estos puntos como centros de partida de delgadísimos filamentos que componen el denominado huso mitótico. 

Al microscopio electrónico el centriolo aparece formado por nueve tripletes de delgados túbulos (los microtúbulos) de unos 250 Å de diámetro, ligeramente imbricados entre sí hasta adoptar la forma de una especie de rueda de carro. Químicamente su formación parece ser proteica.

¿QUÉ SON LOS LISOSOMAS?

Son un conjunto de partículas en general esféricas (entre 0,25 y 0,5 μ de diámetro), limitadas por su propia membrana, que en la economía de la célula cuidan de digerir los productos que esta ha tomado del entorno o cuya utilidad ya ha caducado. 

Aparentemente son parecidas a las mitocondrias, de las que se diferencian por la ausencia de crestas internas y por su contenido en enzimas de destrucción, denominados líticos, imprescindibles para la mayoría de los procesos a los que están destinados los lisosomas. 

En algunas células, como por ejemplo en los glóbulos blancos de la sangre, los lisosomas son bastante abundantes: en este caso colaboran con otros corpúsculos capaces de englobar en el interior de su membrana los eventuales microorganismos patógenos para el organismo, ocupándose de la destrucción, mediante su dotación enzimática, de los peligrosos invasores.