Se caracterizan por tener un exoesqueleto rígido de quitina, segmentación del cuerpo y apéndices articulados, lo que les permite una gran flexibilidad y adaptabilidad a distintos hábitats.
Tienen simetría bilateral y sistemas especializados de respiración, circulación y excreción, dependiendo del grupo, como branquias en los crustáceos o tráqueas en los insectos.
Los artrópodos experimentan un proceso de crecimiento denominado muda, en el cual reemplazan su exoesqueleto a medida que crecen.
Son esenciales en los ecosistemas, participando en la polinización, descomposición de materia orgánica, y como fuente de alimento para otros animales.
Además, los insectos son vitales para los seres humanos por su rol en la agricultura y la transmisión de enfermedades
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