Se compone de dos hemisferios, derecho e izquierdo, separados por una fisura longitudinal y conectados por el cuerpo calloso, que permite la comunicación entre ambos.
Cada hemisferio se divide en lóbulos: el frontal (controla el pensamiento, el lenguaje y el movimiento voluntario), el parietal (procesa la información sensorial como el tacto y la temperatura), el temporal (relacionado con la audición y la memoria) y el occipital (encargado de la visión).
Además, el cerebro incluye estructuras profundas como el tálamo, que actúa como centro de relevo sensorial, y el hipotálamo, que regula funciones vitales como el hambre, la temperatura corporal y las emociones. Todas estas partes trabajan de manera integrada para controlar las funciones físicas, mentales y emocionales del ser humano.
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