Este proceso puede ser mecánico, como la masticación, y químico, a través de enzimas y jugos digestivos que transforman los nutrientes complejos en moléculas más pequeñas como aminoácidos, azúcares y ácidos grasos.
En los animales superiores, la digestión ocurre en un sistema digestivo completo, que incluye órganos como la boca, el estómago y los intestinos.
En animales más simples, como algunos invertebrados, la digestión puede ser extracelular o intracelular.
La eficiencia del sistema digestivo varía según el tipo de alimentación del animal, y es fundamental para su crecimiento, desarrollo y obtención de energía.
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