Se desarrollan a partir de flores fecundadas y suelen ser carnosos, jugosos y ricos en nutrientes como vitaminas, minerales y antioxidantes.
Entre los frutos dulces más conocidos se encuentran la manzana, el plátano, la uva, la fresa, la sandía y el mango.
Estos frutos no solo cumplen una función ecológica al atraer animales que ayudan a dispersar sus semillas, sino que también son muy valorados en la alimentación humana por su sabor y beneficios para la salud.
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