Está dividido en tres partes principales:
- el vermis, que es la zona central y se encarga de la postura y el equilibrio del tronco.
- los hemisferios cerebelosos, ubicados a cada lado del vermis, que controlan la coordinación de los movimientos finos y voluntarios de las extremidades.
- los lóbulos (anterior, posterior y floculonodular), cada uno con funciones específicas en la regulación del tono muscular y el equilibrio.
Estas partes trabajan en conjunto para asegurar que los movimientos del cuerpo sean suaves, coordinados y adecuados al entorno.
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