Son conocidos por su extraordinaria biodiversidad, albergando miles de especies de peces, invertebrados, algas y otros organismos, lo que los convierte en uno de los hábitats más ricos del planeta.
Además de su valor ecológico, los arrecifes coralinos protegen las costas del oleaje y la erosión, y son fuente de alimento, recursos y atractivo turístico para muchas comunidades humanas. Sin embargo, enfrentan amenazas graves por el cambio climático, la contaminación y la sobrepesca, lo que ha motivado numerosos esfuerzos internacionales de conservación.