Vive enterrada en fondos arenosos a poca profundidad, donde se alimenta filtrando plancton y materia orgánica del agua a través de sus branquias. La chirla es muy apreciada en la gastronomía por su sabor delicado y se consume cocida, al vapor o en guisos de mariscos.
Además de su valor culinario, desempeña un papel ecológico importante como filtradora natural que contribuye a mantener la calidad del agua en los ecosistemas costeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario