Este sentido se regula principalmente en el oído interno, específicamente en el sistema vestibular, que está compuesto por los canales semicirculares y el vestíbulo. Estas estructuras contienen líquido y células sensoriales.
El sentido del equilibrio está estrechamente relacionado con el oído, específicamente con el oído interno, donde se encuentra el sistema vestibular.
Este sistema está formado por los canales semicirculares y el vestíbulo, estructuras llenas de líquido y células sensoriales que detectan los movimientos de la cabeza y la posición del cuerpo.
Cuando nos movemos, el líquido dentro de estos canales se desplaza, estimulando las células sensoriales que envían señales al cerebro a través del nervio vestibular.
Gracias a esta información, el cerebro puede coordinar el equilibrio, la postura y la orientación espacial, lo que nos permite mantenernos de pie, caminar y movernos con estabilidad.
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